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Oscuridad. Silencio. Niebla... ¿paz? No, paz no. Estoy como flotando, pero no soy conciente de mi cuerpo.
De repente hay algo. No se qué es, pero está, ya no estoy solo... es algo que viene desde muy lejos... un sonido tal vez... pero, ¿puede ser? No suena, más bién lo intuyo, o suena como en una frecuencia distinta. Insisto, no puede ser un sonido, ¿que haría un sonido acá?
Sin embargo, creo que va creciendo. Si si, es innegable. Es un sonido muy apagado, apensa perceptible, pero sonido al fin.
Explosión. Metamorfosis. Implosión. Mi cuerpo se vuelve corpóreo. Ahora lo siento... y siento el dolor del ruido... estoy desorientado, caí en un mundo raro... Todo es muy espeso, muy lento... pero ya no se puede negar, se esfumó la oscura soledad, ahora me ilumina el sonido, y me enceguece. Y mi cuerpo reacciona, pero ¿cómo puede ser? Yo no se lo estoy ordenando... debe ser un reflejo. Movimiento de brazo, como de un náufrago que se estira para agarrar, en su último intento, el borde del remo.
Arriba, ya es la hora.
Un día más.
Luego todo será calma...
5 comentarios:
Convidá de lo que estás fumando, dale.
Tené en cuenta la hora a la que lo escribí... recién me levantaba y tenía que despabilarme para hacer caligrafía...
El peor momento del día.
No hay dudas.
EL sonido más desagradable que existe es el de los despertadores a la mañana, cuánto más temprano peor suenan.
Yo me despierto con dos despertadores. Por un lado se prende el equipo de música, y a los diez minutos suena el celular. Por lo general es el segundo el que me despierta. Pero hoy estaba muy cansado y realmente me parecía no escucharlo. Todo lo que escribí es verdad, me sentí así.
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