Reencuentro
Hoy pisé, después de algo así como un año, una cancha de basquet. ¿La excusa? Ayudar a una amiga de mi novia que también está estudiando el profesorado de educación física y tiene que dar unos exámenes de basquet. ¿Lo sucedido? Ella practicó, yo le expliqué algunas cosas y cuando ella se cansaba yo jugaba. ¿El resultado? Terminé demasiado contento para tratarse de un día cualquiera.
Fue muy gratificante, en primer lugar, volver a moverme. Correr, saltar, frenar, cosas típicas del juego que hasta hoy las hacía sólo para tomar el colectivo. En segundo lugar, sentir los pelos sobre mi frente húmedos y el olor en mis manos mezcla de cancha y de pelota. Por último, me puse contento cuando, luego de un buen rato probando con la pelotita comencé a cordinar los movimientos que solía hacer antes. Obviamente mi flexibilidad ya no es la misma y menos aún mi capacidad de salto, pero nada de eso importa, porque estoy realmente feliz. Como saldo tengo una leve molestia en mi tobillo derecho a causa de un esguince medio feo que tuve hace unos 4 años (jugé con zapatillas poco apropiadas y sin ningún tipo de venda). Y se que mañana me van a doler las pantorrillas, los tríceps, los pectorales y tal vez algunas cosas más, pero ¿qué me importa? volví a jugar.
Obviamente ahora quiero hacerlo regularmente. El año pasado dejé de jugar porque mis complicados horarios me permitían entrenar sólo una vez por semana, y encima los findes no podía jugar por el campeonato. Cuando el final del primer cuatrimestre se me vino encima y tuve exámenes y entregas en cantidades generosas me vi obligado a abandonar. Este año mis horarios son mucho más flexibles y podría volver a entrenar, pero llegué a la conclusión de que lo que quiero no es esforzarme en un entrenamiento para mejorar mi estado físico y lograr un perfecto engranaje con mis compañeros, lo que quiero es jugar, divertirme, pasarla bien.
Desafortunadamente eso es medio complicado porque no conozco gente que se juntaría conmigo a jugar en cualquier cancha (bueno, los del club, pero ellos entrenan) o sea que, por el momento, me voy a quedar con las ganas.
De todos modos eso no me molesta porque hoy ESTOY CONTENTO.
4 comentarios:
Los encuentros con cosas abandonadas a veces son terribles, y terribles de ambos modos.
Yo tendría que reencontrarme con la danza, la extraño y duele.
Besos
En Ciudad Universitaria, enfrente del pabellón 3, todos los fines de semana hay gente jugando (Incluso de vez en cuando yo). También a veces en la semana, sobre todo los viernes a la tarde...
De verdad? Que bueno... ¿pero puedo ir cualquiera o hay que hacer algún trámite, inscripción o cosa por el estilo?
Más o menos. En realidad te tenés que asociar (es barato, pero no sé bien cuánto cuesta), pero si te mandás de una y te ponés a jugar, por lo general nadie te dice nada. Aunque alguna vez nos paso que nos rajaron... es por épocas.
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