6 en morfología

Cuando entregué los trabajos del cuatrimestre de morfología tenía algo de fe. El hecho de que fueran a ser vistos por todos los profesores y no sólo por el mediocre que me tocó en suerte me daba esperanzas. Aparte había vuelto a hacer el primer laburo y había ajustado algunas cositas de los demás.
Anoche, antes de dormirme, intenté convencerme de que me iba a ir mal. No quería generar expectativas que luego se desmoronarían ante la irrevocable realidad. Ya me había pasado con cada entrega de esta materia.
Hoy, al llegar al salón y ver la exposición de "trabajos bien resueltos" mis esperanzas se esfumaron. Observé aquellos trabajos a los que mis propios laburos no tenían nada que envidiarle y maldije en silencio. Permanecí callado en la mesa con mis compañeros, mientras ellos hablaban de juegos de family y sega. Estaba intentando aceptar aunque sea un poquito el hecho de que lo mejor iba a ser dejar la materia. Me dolía en el alma perder un año entero y echar a perder el esfuerzo que había realizado hasta ahora, pero en todo caso era mejor cortar por lo sano y no que a fin de año me dijeran que desaprobé.
Cuando pasamos al salón contiguo y comenzaron a leer las notas estaba resignado. En realidad, todos sabemos que en el fondo siempre guardamos una ínfima esperanza, pero intentaba taparla. La nota que esperaba era 4, o menos. Finalmente la nota fue 6. Me alegré, pero no demasiado, todavía falta mucho, y todavía tengo que verle la cara al inepto del profesor unas 13 veces más.