martes, 26 de septiembre de 2006

Incomunicados

La nuestra es una sociedad de mudos. Las buenas (y a la vez básicas) costumbres de decir "hola" "buen día" "por favor" "gracias" y "chau" son hoy en día tan sólo recuerdos de tiempos pasados. Diariamente somos testigos de ello, en el quiosco, en la calle, por teléfono, en los colectivos. Y por más que piense y piense buscando una explicación, no la puedo encontrar.
Entiendo que todo, pero absolutamente todo (desde la tradición familiar hasta los medios masivos de comunicación) actua para agravar la situación, pero aún así no la tolero. Sin ir más lejos, cuántas veces somos empujados en el colectivo porque a alguien se le ocurrió pasar justo por donde estamos nosotros (y ni siquiera nos pide disculpas), o cuántos quiosqueros ni nos miran cuando nos acercamos, toman el dinero, nos dan el producto y ni siquiera nos dicen chau.
Estoy en total desacuerdo tanto con esta situación como con la clásica concepción abuelística de que los tiempos pasados siempre fueron mejores. Si es así, ¿qué les queda a nuestros hijos? Creo que una mirada tan desesperanzada no sirve de nada, pero también creo que en el seno de las costumbres sociales hay graves problemas que tampoco sirven de demasiado.
Y lo peor es que pareciera que a nadie le importa.
¿Estamos condenados a convertirnos en autómatas manejados como marionetas por los magnates del mercado?





Espero que no.

6 comentarios:

Mery dijo...

A septiembre se lo relaciona con la primavera, porque pese a ser mayoría de invierno, en él empieza la "estación del amor" (para no repetir "primavera"). Es que los comienzos pisan muy fuerte, y siempre se conmemora con mucha fuerza el principio de algo (como los cumpleaños, que nos recuerdan el principio de nuestra vida). Pienso que esa sería la explicación más lógica.

En cuanto a este post, coincido plenamente. De hecho, cuando me subo al colectivo, siempre saludo al chofer "Hola, ochenta por favor" y siempre me devuelven el saludo medio sorpendidos... Es gracioso desconcertarlos así, se sorprenden para bien, pero es triste que un simple "hola" sea algo inusual. Creo que todavía queda gente educada que pide perdón cuando te pisa, te pide por favor que abras la ventanilla y saluda al quiosquero, son los menos, pero todavía son.

Anónimo dijo...

Es cierto. Yo creo ademas que ejercitar mas a menudo los buenos modales provocaria buenos ondas y la gente no estaria tan amargada.

Te felicito por los temas que estan proponiendo como debate.

Anónimo dijo...

que "estas" mejor dicho.

Anónimo dijo...

Sin dudas eso se siente más en las ciudades, en mayor proporcion en cuanto al tamaño y a la cantidad de habitantes. La gente está en cualquiera, porque tiene que mirar para abajo para no caerse en un pozo, o está hablando boludeces por celular, o está aturdido por el quilombo, o está apurado o está malhumorado o........
Está bien que en realidad es un poquittttito hipócrita hacerte el simpático con gente que no conocés, pero es verdad que van desapareciendo las más básicas señales de reconocimiento de la presencia del otro.
Saludos.

Maxi Vittor dijo...

Mery, afortunadamente todavía queda gente educada, pero a veces parece estar escondida. Yo a los colectiveros los saludo a veces. Porque hubo un tiempo en el que los saludaba y algunos no me respondían, entonces me calenté y no los saludé más. Igualmente a veces los saludo, no soy tan malo.
Ambi, no lo había pensado nunca, pero puede que sea verdad. Y gracias!
Luna, eso mismo espero yo también.
Ermitaño, espero entonces que las ciudades dejen de crecer. Tendría que dividirse la población en el inmenso territoria que tenemos, y fomentarse a partir de eso las relaciones humanas, que parecen ser la figurita difícil de los tiempos actuales.

Pvncho dijo...

soy un tipo bastante saludador, aunque para ser sincero creo que lo hago de cierta forma que siempre insto a que me devuelvan el saludo. No es algo que me moleste demasiado, en realidad yo los veo como un recurso para acercarme a las personas.